Kisetsu: el arte de fluir con las estaciones de la vida

La vida, en su esencia más pura, es un ciclo constante de cambio, un flujo interminable de estaciones que van y vienen. En japonés, la palabra Kisetsu significa «estaciones», pero su significado se extiende más allá del simple cambio climático. Kisetsu es una metáfora de la vida misma, un recordatorio de que el equilibrio reside en la capacidad de aceptar y fluir con estos ciclos, sin aferrarnos a lo que se va ni resistirnos a lo que llega.

Al igual que las estaciones del año —primavera, verano, otoño e invierno—, la vida pasa por momentos de luz y de sombra. La clave para mantener el equilibrio no radica en evitar los momentos bajos o aferrarse a los altos, sino en comprender que ambos son necesarios. Aprender a navegar por estos cambios con gracia es el secreto de la vida.

En la cultura japonesa, Kisetsu tiene un significado profundo. Los japoneses valoran y celebran cada estación con un respeto y una apreciación únicos. La llegada del hanami en primavera, cuando los cerezos florecen, es un recordatorio de la belleza efímera de la vida. El calor del verano trae festivales que celebran la vida misma, mientras que el otoño invita a la reflexión y a soltar lo que ya no sirve. El invierno, frío y silencioso, es una invitación a la introspección y a la hibernación del alma antes de un nuevo renacimiento.

Recuerdo una de mis visitas a Japón, cuando aún intentaba comprender este concepto. Me encontraba en un pequeño pueblo del Japón rural, donde el invierno era especialmente duro. Todo estaba cubierto de nieve, y el aire helado cortaba la piel al respirar. Sin embargo, los habitantes del lugar vivían con una serenidad envidiable. Mientras paseaba por las calles con una amiga que residía allí, un anciano sonriente le dijo algo en japonés mientras me miraba con sabiduría. Mi amiga, con una sonrisa, me tradujo: «El invierno también es parte de la vida, y si lo aceptas, encontrarás su belleza».

Kisetsu nos invita a entender que la vida no es lineal, sino cíclica. En ese ciclo, el equilibrio no es un estado estático, sino un arte que se practica cada día. Así como los japoneses celebran las estaciones del año, podemos aprender a celebrar y honrar las estaciones de nuestra vida.

En Kisetsu, nuestra escuela de Reiki y meditación, integramos esta sabiduría estacional en nuestras sesiones personalizadas. Combinamos meditación, Reiki y mindfulness para ayudar a los alumnos a alinearse con los ritmos naturales de la vida. Cada encuentro ofrece la oportunidad de conectar con estos ciclos y encontrar el equilibrio interno necesario para adaptarse a los cambios, tanto internos como externos. A través de estas prácticas espirituales, guiamos a los participantes a centrarse en medio de las turbulencias y las serenidades de la vida, y a descubrir que el equilibrio no depende de las circunstancias, sino de una comprensión interna de que todo cambia, y eso está bien.

A continuación, comparto cuatro haikus que representan la fusión de la cultura y espiritualidad japonesas con Kisetsu:

Un soplo de viento,
las flores de cerezo
se despiden.

(Shiki Masaoka)

La brisa de verano,
el canto de la chicharra
en el campo.

(Matsuo Bashō)

Bajo el cielo gris,
las hojas caen como
recuerdos dorados.

(Yosa Buson)

Nieve cayendo,
el sonido de la puerta
que se cierra.

(Yosa Buson)

Jordi Ibern Novell